El reciente enfrentamiento entre Gran Canaria y Baskonia en la Liga Endesa nos dejó una destacada actuación de Carlos Alocén, quien, aunque no destacó en la hoja de anotación, tuvo un impacto indiscutible en el juego. En un partido donde Gran Canaria logró llevarse la victoria, Alocén se mostró fundamental no solo por sus estadísticas, sino por su habilidad para hacer que el equipo funcionara con fluidez y efectividad. A continuación, analizaremos cómo sus 10 asistencias y su control de ritmo fueron determinantes para la victoria del equipo.
Carlos Alocén, con apenas 17 minutos en cancha, finalizó el partido con solo 2 puntos. Sin embargo, su influencia se extendió mucho más allá del marcador individual. Repartió 10 asistencias y dejó claro que, cuando él está en pista, Gran Canaria juega de una manera más cohesiva. Su impacto es evidente en el +10 de diferencia de puntos cuando él estuvo en cancha, el mejor +/- del equipo, lo cual confirma que su presencia en el juego fue clave para la victoria.
Alocén participó en tres tramos significativos durante el encuentro:
Primer tramo: Inicio de la remontada
Alocén ingresó en la cancha antes del descanso, jugando 1 minuto y 11 segundos y repartiendo 2 asistencias. Aunque su tiempo en este tramo fue breve, el equipo logró un parcial de +3 con él en pista, lo que sentó las bases para iniciar la remontada.
Segundo tramo: Preparación para el despegue
El segundo período en cancha de Alocén fue al final del tercer cuarto, donde permaneció durante 5 minutos y 22 segundos. Aunque este tramo terminó sin un diferencial de puntos favorable (+0), Alocén continuó repartiendo asistencias y manteniendo el ritmo del juego.
Tercer tramo: El parcial definitivo
El momento clave del partido llegó entre el final del tercer cuarto y el último cuarto, cuando Alocén permaneció 10 minutos y 20 segundos en cancha. Durante este tiempo, fue el artífice del despegue definitivo: repartió 6 asistencias y el equipo acumuló un +7 en el marcador. Fue en este tramo donde Gran Canaria se distanció de Baskonia y aseguró la victoria.
Más allá de sus asistencias, lo que realmente distinguió el juego de Alocén fue su capacidad para imprimir un ritmo acelerado y hacer que el ataque de Gran Canaria fluyera con naturalidad. Durante sus minutos en cancha, el ritmo del equipo pasó de 78 posesiones cada 40 minutos a 85 posesiones, una mejora significativa que demuestra cómo su presencia permite transiciones más rápidas y ataques más fluidos.
Esta aceleración en el ritmo no solo se tradujo en mayor cantidad de posesiones, sino también en una notable mejora en la eficiencia ofensiva del equipo. Con Alocén en pista, la eficiencia ofensiva de Gran Canaria pasó de 104,6 a 125,6, una mejora de 21 puntos por cada 100 posesiones. Además, el porcentaje de posesiones que culminaron en asistencia aumentó a un 47,4%, mientras que las pérdidas se redujeron a un 5,6%. Este dato subraya su capacidad para generar oportunidades de anotación manteniendo el control del balón.
A medida que avanza la temporada, Carlos Alocén ha demostrado ser una pieza esencial en el esquema de Gran Canaria. Hasta la fecha, en los seis partidos disputados por el equipo, existe una correlación directa entre el rendimiento de Alocén y el resultado final:
Este dato revela cómo el rendimiento de Alocén influye directamente en el éxito del equipo. Los puntos producidos, una métrica que asigna una parte de cada canasta al asistente y otra al anotador, reflejan que su capacidad para crear oportunidades de anotación es clave para el equipo.
Los números respaldan lo que se observa a simple vista: Gran Canaria es un equipo más eficiente con Alocén en la cancha. En los seis partidos de la Liga Endesa hasta ahora, el equipo ha mostrado una diferencia abismal en rendimiento dependiendo de su presencia en pista. En los 102 minutos en los que Alocén ha jugado, Gran Canaria ha promediado 4 posesiones más, anotado 11 puntos más y recibido 15 puntos menos por cada 100 posesiones en comparación con los 138 minutos en los que él estuvo en el banquillo.
El diferencial de eficiencia es revelador: el equipo tiene una eficiencia neta de +19,5 cuando Alocén está en cancha, en contraste con una eficiencia negativa de -6,3 cuando no está. Este impacto en la eficiencia neta ilustra claramente su valor en ambas fases del juego, tanto en defensa como en ataque.
La actuación de Carlos Alocén frente a Baskonia es un claro ejemplo de cómo un jugador puede marcar la diferencia sin necesariamente destacar en puntos. Su capacidad para controlar el ritmo, hacer que el equipo funcione en sincronía y su habilidad para conectar con sus compañeros, especialmente con Tobey, son atributos que hacen de él un pilar en el esquema de Gran Canaria.
A medida que avanza la temporada, es evidente que el rendimiento de Alocén está directamente ligado al éxito del equipo. Su presencia no solo transforma la ofensiva del equipo, sino que también ofrece una mayor estabilidad y control en momentos críticos del partido. Con su capacidad para elevar el ritmo, su habilidad para asistir y su visión en la cancha, Alocén se ha consolidado como una pieza clave en las aspiraciones de Gran Canaria en la Liga Endesa.
En resumen, el partido contra Baskonia no fue solo una victoria en el marcador, sino una demostración de cómo Carlos Alocén puede influir en el juego y elevar el rendimiento de todo el equipo. En una liga tan competitiva como la Liga Endesa, tener a un jugador como Alocén es una ventaja inestimable, y sin duda, será una figura a seguir en los próximos partidos.